Un petit gran text de Julio Cortazar, ahir el rellegia i en el meu cas, em crea una sensació contradictòria, especialment en aquells dies que vas d'un costat a l'altre, de molta feina i poc temps per pensar, en primer lloc de relativitzar el temps i especialment la falta d'ell, i en segon penso en aquella frase que més o menys diu que " la vida es allò que passa quan estas ocupat fent altres coses"...millor no miro el rellotge per saber l'hora que és, tanco el llibre (extret de l'edició complerta de les obres complertes de Julio Cortzar d'Alfaguara en dos volums) i me'n vaig a dormir intranquil pensant en quan fa que em vaig comprar el rellotge...
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
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